Batalla de San Juan y Chorrillos

Culminada la campaña de Tacna y Arica, las tropas chilenas continuaban avanzando rumbo al norte en dirección a Lima.
Con el fin de contener a las huestes chilena, el presidente peruano, Nicolás de Piérola ordenó la defensa de la capital, levantando fortificaciones en Chorrillos, San Juan y Miraflores, movilizando a treinta mil hombres para el combate.

A fines de 1880, el general Baquedano desembarcó con veinticinco mil soldados en las costas de Chilca, Paraca, Curayaco y Lurín; provenientes desde Arica, y el 13 de enero de 1881 los chilenos treparon valerosamente bayoneta en mano a las alturas fortificadas de Chorrillos.
Desde todos los flancos, los chilenos iniciaron el combate en los poblados de Villa y Santa Teresa, haciendo retroceder al enemigo. Posteriormente, ya estando en San Juan el Regimiento Buin cargó contra el reducto del cerro Viva el Perú atacándolo por el frente y los flancos. Los batallones peruanos que vendrían a reforzarlos, más los restos de los defensores del cerro, retrocedieron al ver la posición tomada por los chilenos.

El general Baquedano envió a los Carabineros de Yungay desbandar la retirada peruana, y apoyados por y los granaderos continuaron su carga, hasta llegar a la Pampa de Tebes, donde debieron detenerse por la acción de las fuerzas peruanas.

Luego de las acciones en San Juan, el general Baquedano reorganizó el ejército chileno y a las 10:30 de la mañana envió hacia Chorrillos a la división completa, junto con una brigada de infantería y dos de artillería de montaña. Viendo este avance, los peruanos ordenando disparar con la artillería desde Chorrillos logrando detenerlo tres veces. No obstante, el poblado fue rodeado por las tropas de Pedro Lagos, entre las que destacaban los valientes del Regimiento Esmeralda, el 3.º de Línea, un batallón del regimiento Valparaíso y el Regimiento Aconcagua.
Desde Miraflores, los peruanos enviaron refuerzos en un tren blindado, pero su avance fue frenado por los chilenos, y al cabo de tres hora, el tricolor se imponía en el campo de batalla.