Tras el desastre de Rancagua y el fin de la Patria Vieja, pasaron más de dos años preparación de un ejército que lograra consolidar los idearios independentistas.

El 21 de enero de 1817, San Martín y O’Higgins dieron inicio a la campaña desde Mendoza, al mando de unos cuatro mil soldados que componían el Ejército Libertador de Los Andes, de cual dependía la gloria o la ruina de Chile. Las fuerzas independentistas atravesaron la cordillera en distintas divisiones por los pasos del Planchón, Piuquenes, Los Patos y Uspallata, donde lograron avistar territorio chileno a la altura del valle del Aconcagua, los primeros días de febrero.

El gobernador español Francisco Casimiro Marcó del Pont organizó a los realistas, los que chocarían en batalla contra los patriotas en Chacabuco.