Hugo Bustamante recibió en 2016 la libertad condicional otorgada por la Comisión de Libertad Condicional de Valparaíso, presidida por la ministra Silvana Donoso, quien argumentó en ese tiempo que, pese al informe desfavorable de Gendarmería, este no era vinculante, ademas agregó que, “esto no es un beneficio, sino que un derecho que expresa la ley”.
Hugo Bustamante ni siquiera cumplió la mitad de su condena en la cárcel. Lo liberaron y con esto condenaron a muerte a Ámbar, una adolescente que jamás debió entrar en contacto con este criminal.
Nos molesta, nos emputece cómo opera la justicia en nuestro país. Es inconcebible e inexplicable que delincuentes y monstruos como el que dio muerte a Ámbar, quien estaba condenado por asesinar a sangre fría a otra mujer y al niño de ésta, fue soltado criminalmente por la Justicia.
El garantismo de la justicia ha llegado a niveles surrealistas. Mientras todo Chile, y particularmente las mujeres, comienzan a denunciar la violencia intrafamiliar; mientras miles de niños han sido abusados sexualmente en centros del sename; y mientras le pagamos a cientos de burócratas para que elaboren planes y castigos ejemplares contra estas basuras, verdaderas lacras sociales, aparecen personajes como Bachelet, pidiendo que liberen a los delincuentes; aparecen jueces como el de Temuco, que ordenó en primera instancia arresto domiciliario contra Pradenas, y otros cuántos relativizando el accionar de estos criminales según las directrices de DDHH.
A nosotros nos acusan de “populismo penal” por exigir durante años la pena capital para estos monstruos, ¿quienes? Esta misma élite liberal-progresista que ha fracasado rotundamente en hacer justicia a las miles de víctimas de violadores, asesinos, pedófilos y narcos.
Es momento que las autoridades asuman su responsabilidad. No basta con que den cínicamente sus opiniones lamentando este hecho: háganse cargo. Denos la palabra a los chilenos a través de un plebiscito para traer de vuelta la pena de muerte y así librar a nuestra comunidad nacional de estos despojos sociales.
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