EL GLOBALISMO DESFILABA DESNUDO.-

No entraremos a especular lo imposible de responder, resulta estéril discurrir sobre el origen deliberado o no de la Pandemia ni nos desangraremos tratando de desenmarañar conspiraciones, menos ahora cuando resulta esencial aplicar toda nuestra capacidad cognoscitiva para levantar el velo que se ha tendido sobre nuestra nación desde hace años.

Ciertamente la aparición de esta peste llamada además “CORONA VIRUS” ha hecho florecer realidades que parecían ocultas, como la falta de fondo político escondido en el discurso globalista, pues lo que se ha puesto en marcha es precisamente el “Estado Nación” desnudando la inutilidad de discursos deconstructivistas y secesionistas. En el sentido político ha hecho aflorar la realidad de las fronteras que se pretendió obviar, especialmente en la importancia del control sanitario del flujo humano en el viejo continente, pues evidentemente las fronteras se han tenido que cerrar por el sólo hecho que la Unión Europea es finalmente una Unidad de Facto.

Por su parte las ideologías deconstructivistas, especialmente aquella que se aglomeró virulentamente el pasado 8 de Marzo en todo el mundo progresista, no podrá negar finalmente que las instituciones que ahora resisten el ataque del VIRUS entiéndase Nación-Estado-Familia, son precisamente aquellas que han intentado sepultar y que muy a su pesar son las que forman y cobijan a dichos individuos.

En efecto, es la familia la que te ampara bajo el lema “quédate en casa”, es el Estado Nación el que -aun cuando de manera imperfecta- trabaja con mayor eficacia que una amalgama de estados ilusamente unidos por vínculos supranacionales con fines mezquinos. Así por ejemplo Italia ha encontrado más apoyo en China y Rusia que en la propia Unión Europea, pero como contrapartida en su aislamiento la península ha sabido unirse bajo un mismo himno y una misma bandera. El fracaso ideológico del supuesto “Europeísmo globalista” ha quedado así en la más absoluta evidencia, ante un resfrío el sistema globalizado carece de cualquier defensa inmunológica.

Ahora bien, asumiendo a priori que la pandemia ha sido deliberadamente maquinada por los mismos que pregonan “La Libertad”, (recordando las medidas propuestas por algunos expositores del F.M.I. respecto a lo cuantioso de las pensiones para el sistema), resultaría muy irónico que la creación se haya volcado en contra de sus propios creadores, no sólo en el aspecto sanitario y político sino que en la propia cancha financiera que es donde más les duele. En efecto, las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) para frenar la crisis generada por el coronavirus emitiendo 120.000 millones de Euros como salvataje de las empresas del viejo continente, ni siquiera tranquilizó a los mercados cuyas bolsas se ahogaron en pánico, ni menos dejo satisfechas a las Elites que las sustentan, siendo el pánico más letal aún que el propio virus.

No muy distinto es el panorama en nuestro continente, y especialmente en nuestro país que se levantó como el paradigma del minarquismo neoliberal, contando actualmente con 26 tratados internacionales en materia de libre comercio (Fuente Subrei.gob.cl), siendo así, el país más abierto a las “fluctuaciones” del mercado financiero. No es antojadizo entonces ver en estos días las cuantiosas pérdidas de nuestros fondos de pensión, ni la displicencia de la banca usurera que prefiere mirar para el lado, ni mucho menos la desfachatez del gobierno al impulsar el Dictamen N°1283/006 de la Dirección del Trabajo que al catalogar como fuerza mayor o caso fortuito la pandemia que ataca al país, permite a los empleadores suspender los efectos del contrato de trabajo, especialmente el no pago de la remuneración de sus trabajadores mientras estos se vean impedidos de concurrir a su lugar de trabajo, sin tomar los más mínimos resguardos previos.

Si bien dicha medida parecería lógica en cuanto existe un bien jurídico superior a cautelar como lo es la salud pública, se echa de menos que no venga acompañada de contenciones económicas severas, que permitan resguardar el derecho al acceso al trabajo y la justa remuneración, recurriendo a bonos que no hacen más que incrementar el gasto público y muy probablemente al propio seguro de cesantía cuya naturaleza, bien sabemos tiene por objeto solventar al trabajador que queda cesante mientras encuentre un nuevo empleo.

Es aquí cuando el sistema liberal muestra su peor cara, dejando al desnudo las falencias de nuestro soporte constitucional, impidiéndole al ejecutivo el control suficiente para disponer de todos los recursos económicos ante un estado de excepción como el que actualmente vivimos.

La carta fundamental en su artículo 39 como en la ley 18.415, entregan limitadas prerrogativas al ejecutivo para restringir la propiedad, únicamente mediante la requisición de bienes “suficientes y necesarios” para combatir la catástrofe, dando al afectado el derecho de recurrir ante los tribunales de justicia dentro del plazo de un año contado desde el término del estado de excepción. En consecuencia resulta imposible para el estado el restringir por ejemplo la banda de precios para evitar abusos especulativos respecto de bienes de primera necesidad, o bien el imponer a los bancos,  a las financieras o al Retail, el congelamiento de sus cobros mientras dure la catástrofe. Ni hablar de restringir el cobro de los fondos de pensión u otorgar a lo menos la posibilidad de extraer de ellos lo necesario que requiera el trabajador para subsistir dignamente, a pesar de que existen ya en el congreso algunos proyectos de ley en marcha -por cierto no impulsados por el gobierno-, estos deben ser tomados con cuidado a fin de no convertirlo en un show político que siempre termina perjudicando al ciudadano.

Cual distinto sería si el gobierno tuviera la misma disposición que ha mostrado para restringir el precio de los arriendos de inmuebles necesarios para la instalación de camas, para restringir los cobros de la banca, como las prácticas abusivas de grupos empresariales carentes de sentido de unidad comunitaria?. Que sacamos con ser hoy el país más abierto al comercio internacional, si no tenemos el más mínimo dominio de nuestro destino histórico?¡.

Lamentablemente, hoy vemos con más claridad como la privatización de las empresas nacionales y posteriormente la desarticulación de nuestro sector industrial soberano, y con ello lo poco del Estado Orgánico que se había podido construir durante la primera mitad del siglo XX, sucumbieron en beneficio de los servicios financieros globalistas, cuyos enclaves de defensa política aún perduran en la Carta Magna y en los Tratados Internacionales firmados por los Gobiernos Concertacionistas de la Masonería Blanca y hoy defendidos por los propios políticos ante el próximo proceso constituyente. Quienes antes no perdonaron a los nacionalistas, tampoco lo harán ahora al haber desnudado su exitismo de chicharras y su espíritu de fronda. Estas sabias palabras con las cuales el autor nacionalista Mario Arnello describió el actuar de la elite financiera, parecen estar más vigentes que nunca, cuando denunciaba ya por el año 1980 que el objetivo principal del “Estado Subsidiario”, no era otro que llevar al estado a su más mínima expresión y así entregar la sociedad al poder privado, lamentablemente para nuestra nación el “Pacto de Sangre Neoliberal” firmado entre la Junta Militar y la escuela de Chicago, desató una bestia que hoy se encuentra severamente herida por su propio veneno.

A mayor agravio para nuestros enemigos, y como si estuviera escrito en el destino de la patria, la falsa división a que fuimos sometidos con el plebiscito fue suspendido, dando lugar a un clima de unidad entre los chilenos, que de paso está demostrando la inutilidad absoluta de las autoridades administrativas al entregarse los gobiernos regionales a las F.F.A.A, reluciendo el poder de los Alcaldes, quienes en alguna medida y aún con varios ripios ideológicos, enarbolan el último bastión de representatividad comunitaria en una decadente democracia liberal.

Alexander Dugin el Filósofo Euroasiatico y Asesor del Kremlin reflexionando al respecto del llamado COVID 19 ha señalado:  “La crisis que la humanidad está experimentando como resultado de la pandemia del coronavirus, que ha adquirido una escala mundial de la que es simplemente imposible volver a la situación que existía antes si la propagación del virus no se detiene dentro de un mes y medio o o 2 meses el proceso se volverá irreversible y de la noche a la mañana todo el orden mundial colapsará.

La historia ha visto períodos similares que se asociaron con desastres mundiales, guerras y otras circunstancias extraordinarias. Las políticas implementadas por cada vez más estados, hieren de muerte a la globalización y que tal vez todo esto haya sido un intento por generar un sistema único mundial, pero que se ha escapado de las manos, y sus efectos serán contrarios a lo esperado.

La sociedad abierta se convertirá en una sociedad cerrada, la soberanía se convertirá en el valor más alto y absoluto, se declara que la bondad es la salvación y el soporte vital de un pueblo concreto dentro de un estado concreto, el poder será legítimo sólo si se puede hacer frente a esta tarea, primero salvar la vida de las personas en condiciones de pandemia y los procesos catastróficos que la acompañan, y luego organizar una estructura, política, económica e ideológica que le permita defender los intereses de esta sociedad cerrada frente a los demás. Esto no implica necesariamente una guerra de todos contra todos, pero inicialmente al mismo tiempo determina la prioridad principal y absoluta, de este país y este pueblo, ninguna otra consideración ideológica podrá anular este principio”.

Es pues la oportunidad de los acallados, de los antes ridiculizados, de aquellos tratados de las maneras más aberrantes, es el tiempo de los que atrevieron a gritar en la plaza que EL REY ESTABA DESNUDO , es pues nuestro tiempo… el tiempo del NACIONALISMO¡

Será tarea del Nacionalismo seguir denunciando los ripios del deconstructivismo cultural y su ridiculez; será tarea del Nacionalismo el dejar en evidencia la flaqueza del sistema financiero mundialista que Gobierna el Mundo; será tarea del Nacionalismo, hacer ver a la muchedumbre como resurge el viejo Estado Nación haciendo frente a las plagas y las bestias; y será finalmente tarea del nacionalismo el guiar al nuevo hombre hacia su inevitable destino de grandeza.